Esta semana un amigo escritor me solicitó una opinión sobre un cuento. Hasta ese momento no vi problema alguno e incluso supuse que sería una gran oportunidad para mejorar en mi proceso de mentoría. Sin embargo, la situación dio un giro cuando me tomé la molestia de leer diez torturadoras páginas de palabras, palabras y más palabras, para terminar con un final inconcluso, predecible y nada interesante.
En es momento me pregunté: ¿cómo doy respuesta a su solicitud de crítica?
Creo que esta situación es común en nuestro medio, pues todos alguna vez hemos recibido un texto de un autor cercano y nos volvemos un ocho buscando la manera de ser sinceros pero no sonar agresivos, groseros o humillantes. ¿No les ha sucedido?
Los siete consejos que explicaré aquí en ningún momento reemplazaran el contenido del mensaje y un gran porcentaje del éxito radica en tu capacidad diplomática.
¿Preparados? Vamos pues con las excusas... digo, con
Creo que esta situación es común en nuestro medio, pues todos alguna vez hemos recibido un texto de un autor cercano y nos volvemos un ocho buscando la manera de ser sinceros pero no sonar agresivos, groseros o humillantes. ¿No les ha sucedido?
Los siete consejos que explicaré aquí en ningún momento reemplazaran el contenido del mensaje y un gran porcentaje del éxito radica en tu capacidad diplomática.
¿Preparados? Vamos pues con las excusas... digo, con
1. No ser grosero, hostil, malo, agresivo, cruel, etc.
Puede que no nos guste lo que leímos y nos moleste el intento frustrado de aquel escritor (el mal sabor de una mala lectura es imborrable). Sin importar la razón, no se justifica humillarlo por su falta de creatividad o avergonzarlo por sus errores ortográficos o gramaticales. Ya sea que ese escritor se encuentre a años mil y nuestra comunicación sea por internet, al otro lado del computador hay un ser humano con ansias de una respuesta. Sí, un ser humano con sentimientos.
Busca palabras educadas y sé persuasivo, como cuando estás empezando una relación con alguien que en verdad te gusta. Sabes de qué hablo, ¿eh?
Busca palabras educadas y sé persuasivo, como cuando estás empezando una relación con alguien que en verdad te gusta. Sabes de qué hablo, ¿eh?
2. Ser honesto
No está bien mentirle diciendo que es excelente escritor y que lo que acabamos de leer es lo mejor de lo mejor. No podemos jugar con sus ansias de superarse, menos si ese autor es buen amigo nuestro (como me sucede en estos momentos) o si queremos que hable bien de algún relato nuestro más adelante. En vez de ayudarlo le estaremos haciendo daño, pues confía a ojo cerrado en nosotros.
La solución es ponernos en sus zapatos e imaginarnos que somos nosotros los que buscamos una opinión. No quisiéramos oír mentiras y crear falsas expectativas.
Si el escritor se toma a mal nuestra crítica demuestra que no está preparado para darse a conocer, pero ya no es nuestro problema.
Si el escritor se toma a mal nuestra crítica demuestra que no está preparado para darse a conocer, pero ya no es nuestro problema.
3. Devolver el favor
La amistad entre dos escritores después de criticarse mutuamente |
Si el caso es al contrario y somos nosotros los que hemos pedido una crítica, debemos hacerlo con la intención de devolverle el favor cuando nos lo pidan (independiente de si nos gustó o no lo que habló de nuestro escrito). Pensemos que es lo más justo con alguien que se tomó la molestia de leerse nuestras creaciones.
4. Ser comprensible
Ya sea que poseamos todo el conocimiento ortográfico del mundo o el diccionario de la RAE sea nuestra almohada de cabecera, en todo momento debemos evitar el uso de términos rebuscados que nos hagan ver como pretenciosos o arrogantes. Nuestro objetivo es ayudarle con nuestra crítica, no parecer mejores y superiores a él.
Tampoco usemos frases u opiniones secas y frías, de las que hablaré más adelante.
Tampoco usemos frases u opiniones secas y frías, de las que hablaré más adelante.
5. No hablar de lo que no sabemos
Si no estamos seguros de qué decir o si existe algún tema que desconozcamos, no brindemos consejos o recomendaciones equivocadas por parecer inteligentes. Es mejor confesar que no estamos seguros a decir estupideces que nos harán quedar mal.
6. Usemos las sensaciones y las emociones
Cómo nos sentimos al leer una oración, un dialogo, la forma de un personaje o de la trama, puede servirnos al momento de dar nuestra crítica. Es mejor decir algo como "No lo sé. No me sentí cómodo con la forma como interviene x personaje. Lo noté demasiado plano y no logré identificarme con él" a decir "Los personajes están mal elaborados y la estructura de la novela es horrible. Yo lo cambiaría todo".
El secreto es confesar qué sentimientos despertó el texto en nosotros.
El secreto es confesar qué sentimientos despertó el texto en nosotros.
7. Ser específico
Frases planas como "me gustó" o "está bien" no ayudan en nada. Debemos ser profundos y específicos. Seamos detallados. Si nos gustó el relato, expliquemos porqué nos gustó. Al escritor que recibe la crítica le encantará leer nuestras explicaciones y sabrá de forma exacta en qué asunto debe mejorar e invertir el tiempo.
Tú, en tu próximo encuentro con el escritor criticado |
Y tu... ¿Cómo lo haces cuando un amigo te pide una crítica para su obra? ¿Qué consejo podríamos incluir en este listado?
Deseo publicar mis libros desde Venezuela... pero con bloqueos comerciales es complicado.
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