Como pasa el tiempo, hace unos meses publicaba a diario y ya casi ni me paso por aquí (suspiros).
No, no creas que he olvidado el blog o que me quedé sin ideas, al contrario, poseo un arsenal de artículos en borrador, ya terminados e iniciados, que espero publicar pronto, quizás la otra semana, no lo sé (que no se note mi falta de planificación).
Sí, ese soy yo. En medio de la selva tropical colombiana. Analizando mi pasado, presente y futuro. Si me ves un poco paliducho es por la cianosis que provoca la altura.
Piper, paliducho puede ser ofensivo. Sí, perdón.
Al grano, este primer semestre, sumándole el mes de julio, fue muy interesante por diferentes motivos, desde las peripecias que llevaron a la publicación de mi novela hasta el momento exacto, a mediados de marzo, en que Héroes de cajón entró a las estanterías de Amazon y Lektu. Espero publicar en físico en estos días.
Ser autopublicado es una gran experiencia, y aunque no soy de los que se meten de lleno en el asunto, cuando dedico parte del tiempo al libro me divierto un montón. Como muchos dicen, publicar tu novela es solo el comienzo.
En estos cuatro meses he recibido buenas reseñas y comentarios, por lo que agradezco a los que se tomaron el tiempo de leer HdC.
Si preguntan por la segunda parte, solo puedo decirles que está en remojo. No he escrito la primera letra y espero darle inicio cuando termine otro proyecto en curso.
Me refiero a una novela corta, cuyo manuscrito debe estar listo para el mes de agosto y en el que abordaré algo más apocalíptico y de discapacidad, por lo que llevó investigando un resto para hacerlo bien, no caiga víctima de mi propio invento.
Si todo resulta como sucede en tu imaginación, intentaré publicar esta novela con una editorial a la que le he puesto el ojo.
Cambiando de tema, no he participado en concursos literarios pero espero este año abrir la convocatoria del II Concurso de relatos de Antro Narrativo. Mientras tanto, como para sumar letras, recordemos el año 2017 y su ganadora, Luna Paniagua.
En cuanto a redes sociales, por razones familiares, de tiempo y de procrastinación, he estado desconectado en Twitter y, por ahora, solo programo/comparto tuits raciales y de algunas personas. Eso no significa que no lea todo lo que llega a mi lector de feeds.
En Facebook el asunto gira radicalmente, estoy enchufado en temas políticos. Como sabrán algunos, tenemos nuevo presidente y el país está polarizado (dejo aquí para no abandonar el objetivo literario del blog) a más no poder. Creo que los que todavía me siguen por allí saben tenerme paciencia.
Finalmente, en estos momentos estoy leyendo Ensayo sobre la ceguera, del nobel José Saramago.
Mis lecturas de este semestre fueron:
Binti, de Nnedi Okorafor.
A ciegas, de Josh Malerman.
Más allá del muro, de R. Caldera, gratis en Lektu.
La era de las almas, de Logan R. Kyle. También gratis en Lektu.
La colección Crónicas del fin, de Gabriella Campbell y José Antonio Cotrina.
Las marcas de la muerte, de Veronica Roth.
Cualquiera puede pensar que son pocos libros para siete meses, pero leo en el móvil y generalmente en la noche, cuando tengo algo de tiempo, por lo que para mí son un gran logro.
En lo personal ya terminé el tratamiento de la tuberculosis y estoy jugando baloncesto de nuevo. Mi esposa consiguió trabajo en una clínica mental, de lo que les hablé en esta entrada, y Juan Esteban está en una escuela pública, donde hemos tenido problema con la docente por su enseñanza excesivamente tradicional y esquemática.
Por cierto, hace dos años nació nuestro David Santiago a quien extrañamos y lloramos a diario. Aunque estuvo poco tiempo con nosotros, recordamos el día de su nacimiento y nos imaginamos cómo sería nuestra vida con dos hijos, cómo sería la infancia de Juan Esteban con un hermanito. Es muy duro.
En fin, eso es todo. Aunque perdí el ritmo en el blog creo que es un buen semestre porque he llevado mi vida como quiero, sin presiones y gozándome la escritura. Nada de afanes o reglas. Lo hago cuando quiera y si no estoy inspirado, qué más da. Afuera hay todo un mundo por enfrentar y, como siempre, estoy acompañado por Jehová.
Chao. Saben que pueden contar conmigo para lo que gusten. Muchas gracias por todo este tiempo a mi lado.
Querido Piper Valca, primero y ante todo, muchísimo ánimo por la terrible noticia que cuentas:¡¡Que puta es la vida a veces!!...-Siento ser tan grosero: los golpes de la vida, lo merece. Por otro lado, si estás escribiendo algo sobre discapacidad, debo decirte que pertenezco al gremio de discapacitados físicos; si alguna experiencia mía pudiera servirte, estaría encantado de ayudarte. Un abrazo
ResponderEliminarHola, amigo. Muchas gracias por tu apoyo. En cuanto al personaje con discapacidad que estoy trabajando es una chica ciega. Tendré en cuenta tu ofrecimiento.
EliminarHola, Piper, soy yo, tú venezolano favorito. Espero que tus próximos proyectos resulten, y que ojalá consigas llevar todo con la armonía y calma que tanto necesitas.
ResponderEliminarCuídate. Estaré entusiasmado de participar en el concurso de antro narrativo, aunque siendo sincero, cuando salió la primera vez, no recuerdo porque, salté olímpicamente de él XD. También tengo ganas de leer lo siguiente que escribas, pero según entendí... ¿discapacitados y apocalipsis? Ya quiero leerlo XD.
Espero que estés bien, y que la estés pasando bien con tú hijo. Siempre lamento lo de Santiago; lo peor, es que hice un cuento al respecto hace un tiempo cuando me enteré aquello. Pero, creedme, me odiarías si leyeras ese cuento, así que mejor olvidalo.
Que te vaya bien, y ojalá el próximo semestre del 2018 sea más productivo y satisfactorio para ti de lo que este ya ha sido.
Hasta la proxima, Piper, y que la fuerza del espíritu santo te acompañe ;)
Hola, querido amigo. Ya está próximo a cumplirse dos años de la muerte de Santiago. El tiempo pasa muy rápido y cuando más lo recuerdas más te duele. Muchas gracias porque has demostrado siempre estar aquí conmigo. Enhorabuena y que se mejore la situación en tu país.
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