Diversidad y representación en la literatura

¿Sufre tu novela de conclusión precoz? Qué es y cómo combatirla

Me he topado con autores que preguntan cuántas paginas debe llevar su novela para que pueda  ser considerada atractiva por las editoriales, ya que el temor generalizado es de que si escriben, por ejemplo, una trilogía, y el primer volumen no es un éxito, pueda obstaculizar la publicación de los dos libros restantes. Para evitar correr riesgos, muchos asumen que condensar toda la trama en un sólo libro es la solución.


Para los obsesionados con el número de palabras, el asunto se convierte en un verdadero problema. Las referencias existentes catalogan y definen una novela de la siguiente manera:

Novela corta (30.0000 a 50.000 palabras)
Novela (Alrededor de 50.000 palabras o más)
Novelette (7.500 a 17.900 palabras)

Para dar respuesta al asunto de si las probabilidades de éxito dependen del tamaño, NO (aunque depende de qué estás hablando, aquí tratamos literatura. Ve al médico si tu problema es otro). He aquí los principales errores que cometemos los escritores nuevos.

Lo que depende es la calidad de lo que se escribe. Una buena estructura, un excelente argumento y personajes bien caracterizados, entre otros, se complementan para generar un producto digno de leer. Para la muestra existen excelentes novelas cortas como La Metamorfosis de 152 páginas o Canción de Navidad con 160 páginas, cuya fama, digamos, no reside en la cantidad de páginas sino en la capacidad del autor para expresar mucho en poco.

Pero volviendo al tema del título, la definición Conclusión precoz la leí por primera vez en un foro donde alguien preguntaba como alargar la trama de su novela, y tiene mucho que ver con el tema Como crear un giro en la trama que he tratado anteriormente.

¿Qué es la Conclusión precoz?

Sucede cuando un escritor tiene tan presente como se desarrollará toda la trama, especialmente el final, que llega allí antes de lo que esperaba, omitiendo aspectos de la narración y quedando con un mal sabor de boca. 

Es un error mucho más común de lo que podemos imaginar y da como resultado un producto de poca calidad, puesto que el autor se enfocó en alcanzar la meta y dejó a un lado características básicas como el detalle en las descripciones o en los diálogos. Se preocupó tanto por hacer avanzar a sus personajes hasta la última pagina, que creó seres planos y sin vida. Un fracaso total de 100 paginas.

Una vez hemos definido el concepto de Conclusión precoz, te explicaré como evitarla y las posibles soluciones si ya hemos caído en ella.

Antes de empezar a escribir

Lo primero que debes hacer es, y lo he dicho en repetidas ocasiones, quitarte la presión de encima. No escribir con afanes de publicación o riqueza, pues se pierde el placer que genera sentarse a crear y no se logra un vinculo autor-obra. Ponte una fecha de entrega y dedícate a escribir como un elfo en primavera.


¿Esto es un elfo? Yo quería esos que lanzan flechas y mide más del metro
En segundo lugar, dedícale tiempo a la gramática, al estilo y a la ortografía. Se debe aprender a escribir bien y dejar a un lado aquellas nociones básicas que nos inculcaron docentes mal preparados en la infancia. Leer a otros autores para aprender es la solución. Conozco amigos que no leen y se quejan del rechazo de las editoriales. Bien lo dice Stephen King: hay que leer. 

Estructura la obra y dale oportunidad a otras tramas secundarias que pueden ayudarte a profundizar personajes que en un principio creíste relleno, pues si te das cuenta, pueden darle forma a los protagonistas y generar uno que otro capitulo interesante. 

Creo que este es el mejor consejo al momento de combatir la Conclusión precoz. Organizar tu novela desde antes de comenzar es una brújula para esos momentos de letargo. Recomiendo el uso de las escaletas y nada mejor que Ana González Duque para explicarnos cómo salir triunfantes. Échale un vistazo a su entrada en El Fogón.

Incluir otros puntos de vista puede ayudarte a alargar tu obra, pues aunque sea una misma escena, el hecho de que sea narrada desde la perspectiva de otro personaje, consigue el efecto de refrescar la historia. Y si los puntos de vista se alternan en diferentes capítulos (no siempre con la misma escena, por supuesto), esa novela de cien tristes páginas, puede llegar a ser todo un macroproyecto. 

Diferenciar entre tema, trama y conflicto. El tema es de lo que trata la novela, el conflicto es lo que genera el relato y la trama son las aventuras de los personajes para conseguir lo que quieren. Si las tienes claras podrás enfocarte en cada una y lograr más de lo que esperabas.

Aprender a describir ya sea personajes, situaciones y paisajes. Una buena descripción, ni muy simple o demasiado agobiante, puede generar un ambiente adecuado y darle fondo a la trama. Además, unos párrafos, descriptivos y no agobiantes, hacen hojas.


Un masaje en los pies no vendría mal tampoco
Crea personajes convincentes, con un pasado y un futuro. En una entrada anterior se mostraron algunos ejemplos de personajes que se basaron en personas. No se trata de introducir cientos de personajes con cientos de tramas y que luego pierdas el rumbo inicial (aunque aquí te explico como introducir esos cientos de personajes sin perder la cordura). Es pensar que existe alguien más allá de nuestros protagonistas, que conoces perfectamente sus gustos y debilidades para usarlos en cualquier momento. Quién dice que aquel ser repugnante al que todos odian y que siempre está al margen de la historia cambie el rumbo de la aventura.

Existen diferentes métodos para crear personajes, pero hasta el momento, en Antro Narrativo, he tratado el método de la motivación, que puedes revisar en esta entrada.

Qué hacer si ya habías finalizado la obra

Si por el contrario ya terminaste de escribir, te diste cuenta de que no era lo que esperabas, y el final fue una tremendísima Conclusión precoz, regresa. Busca dentro de la línea narrativa principal un personaje o un hecho secundario que tenga algo de interés y que pueda generar nuevas ideas. Empieza a profundizar más en él para que aporte en la narración y une este material nuevo al que ya posees, ya sea incorporando detalles o diálogos más completos. Aunque ya hayas terminado tu novela, juega con los puntos de vista, incluyéndolos como capítulos. Te darás cuenta de que, como una sopa, a medida que le agregas ingredientes, va tomando sustancia. Aquí entra en juego la experiencia del escritor.

Para terminar, es sumamente importante recalcar que lo secundario nunca puede opacar ni restarle a lo principal. Ambos deben engranar a la perfección.

Esta ha sido una entrada corta que espero les sirva mucho en su proceso de escritura. Hasta la vista.
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2 comentarios:

  1. "Como siempre,muy buenos y atinados consejos...Para tener en cuenta" Tito Fabio.

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    1. Qué bueno que te gustó, Tito. Tenerte por aquí también es un placer. Recuerda que te sigo por google plus.

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