Sé que los seguidores de Ready Player One , ya sea el libro o la película, porque existen las dos distinciones, no estarán muy a gusto con esta serie de artículos pero creo que son necesarios, más para alguien acostumbrado a ver un poco más allá del mensaje inicial de cualquier obra.
Hace una semana hablamos de la carga racial que lleva el libro. Hoy trataremos otros aspectos no menos importantes, como los estereotipos asiáticos y el machismo.
Orientalismo
Al parecer es un poco complicado para muchos escritores crear y caracterizar personajes orientales. Lo analizamos primero con Harry Potter y luego con La Mujer Maravilla.
Hoy es el turno de Ready Player One, un libro que me gustó como amante de las referencias culturales, pero que me decepcionó en el tema de representación.
En la historia encontramos a dos personajes japoneses, Daito y Shoto.
Suspiro.
Vamos, Cline, pudiste hacerlo mejor. Naaaa. Cuando creía que lo había visto todo con Hache...
Estamos frente a los personajes más unidimensionales, estereotipados y prescindibles de la novela. ¿Era necesario incluirlos o que fuesen asiáticos? No lo creo. Empezaré por la primera característica: son unidimensionales.
Si pregunto a aquellos que leyeron el libro si recuerdan alguna característica diferente a que son típicos japoneses, estoy seguro de que la respuesta sería negativa. Daito y Shoto son planos como un tablero, carentes de profundidad emocional y su función es ser los compañeros exóticos del protagonista y, para colmo de males, son los que mueren, como hablaré cuando lleguemos a que son prescindibles.
Los chicos son estereotipos andantes. Como si el autor hubiese imáginado cómo habla y qué hace un japonés basándose en películas de los ochenta (guiño).
¿No me crees? Tomo aire y empiezo.
1. Sueltan la palabra "honor" cada dos por tres y parecen estar en constante sumisión, haciendo reverencia ante cualquier asunto. Incluso, me llamó la atención que en una misma página tanto Shoto como Daito hayan dicho la misma frase "Los sixers no tienen honor". ¿Qué carajo? Son jóvenes que, según el autor, viven encerrados día y noche jugando videojuegos y leyendo manga. ¿Honor aquí y honor allá?
2. En algún momento Shoto habla de la muerte de Daito con la palabra Seppuku, que es lo mismo que el harakiri, que es lo mismo que suicidarse cortándose el vientre, aún cuando su supuesto suicidio fue por saltar al vacío. ¿Se tomó el tiempo el autor de investigar que son dos cosas totalmente diferentes y que un japonés no confundiría el seppuku con saltar al vacío? No lo creo.
3. Nuestros chicos usan con frecuencia el sufijo -san al referirse a Parzival, cuando se supone que ya tienen una amistad estrecha. Aunque no está mal, según lo que he investigado, muchos japoneses no lo usan si hay confianza con esa persona, además, estamos hablando de chavales que permanecen encerrados jugando día y noche, no del maestro Miyagi.
4. Ni qué decir de sus avatares, samuráis (en la peli uno tiene la cara amarilla) o de que el autor catalogue a ambos como hikikomori.
Para terminar con Daito y Shoto, he concluido que la única razón por la que el autor los incluyó fue para matarlos, de ahí lo prescindibles. Ya que no podía cargarse a Hache, por lo de su triple simbolismo, se deshizo de los que seguían en la lista. La muerte de Daito pasó sin pena ni gloria, así como la del avatar de Shoto. Fueron lo que fueron, japoneses de los ochenta desde el ojo de un blanco americano.
Masculinidad y la mujer trofeo
Hoy es el turno de Ready Player One, un libro que me gustó como amante de las referencias culturales, pero que me decepcionó en el tema de representación.
En la historia encontramos a dos personajes japoneses, Daito y Shoto.
Suspiro.
Vamos, Cline, pudiste hacerlo mejor. Naaaa. Cuando creía que lo había visto todo con Hache...
Estamos frente a los personajes más unidimensionales, estereotipados y prescindibles de la novela. ¿Era necesario incluirlos o que fuesen asiáticos? No lo creo. Empezaré por la primera característica: son unidimensionales.
Si pregunto a aquellos que leyeron el libro si recuerdan alguna característica diferente a que son típicos japoneses, estoy seguro de que la respuesta sería negativa. Daito y Shoto son planos como un tablero, carentes de profundidad emocional y su función es ser los compañeros exóticos del protagonista y, para colmo de males, son los que mueren, como hablaré cuando lleguemos a que son prescindibles.
Los chicos son estereotipos andantes. Como si el autor hubiese imáginado cómo habla y qué hace un japonés basándose en películas de los ochenta (guiño).
¿No me crees? Tomo aire y empiezo.
1. Sueltan la palabra "honor" cada dos por tres y parecen estar en constante sumisión, haciendo reverencia ante cualquier asunto. Incluso, me llamó la atención que en una misma página tanto Shoto como Daito hayan dicho la misma frase "Los sixers no tienen honor". ¿Qué carajo? Son jóvenes que, según el autor, viven encerrados día y noche jugando videojuegos y leyendo manga. ¿Honor aquí y honor allá?
2. En algún momento Shoto habla de la muerte de Daito con la palabra Seppuku, que es lo mismo que el harakiri, que es lo mismo que suicidarse cortándose el vientre, aún cuando su supuesto suicidio fue por saltar al vacío. ¿Se tomó el tiempo el autor de investigar que son dos cosas totalmente diferentes y que un japonés no confundiría el seppuku con saltar al vacío? No lo creo.
3. Nuestros chicos usan con frecuencia el sufijo -san al referirse a Parzival, cuando se supone que ya tienen una amistad estrecha. Aunque no está mal, según lo que he investigado, muchos japoneses no lo usan si hay confianza con esa persona, además, estamos hablando de chavales que permanecen encerrados jugando día y noche, no del maestro Miyagi.
4. Ni qué decir de sus avatares, samuráis (en la peli uno tiene la cara amarilla) o de que el autor catalogue a ambos como hikikomori.
Para terminar con Daito y Shoto, he concluido que la única razón por la que el autor los incluyó fue para matarlos, de ahí lo prescindibles. Ya que no podía cargarse a Hache, por lo de su triple simbolismo, se deshizo de los que seguían en la lista. La muerte de Daito pasó sin pena ni gloria, así como la del avatar de Shoto. Fueron lo que fueron, japoneses de los ochenta desde el ojo de un blanco americano.
Masculinidad y la mujer trofeo
La introducción de Art3mis en el libro era una gran oportunidad para que el autor hubiese abordado el machismo que rodea la cultura geek, pero está muy claro que el libro solo trata de Ernest y su obsesión por los ochenta desde el punto de vista de Parcival. Más allá poco o nada le importa. Art3mis es, digámoslo así y me perdonarán, el sueño de todo gamer: una chica sexy a la que le gustan los videojuegos y sabe de cine y televisión.
Art3mis es, o parece ser, la única mujer dentro del Oasis, lo que nos hace pensar que quizás estamos frente a un personaje simbólico o que las mujeres ocultan su identidad ante el machismo por medio de avatares masculinos. Estas dos frases nos ayudan a esclarecer la ausencia femenina activa dentro del libro.
...Muchos gunters dudaban incluso de que fuera mujer.
...En opinión de Marie, Oasis era lo mejor que les había ocurrido a las mujeres y a las personas negras.
Para redondear la importancia de la representación femenina en Ready One Player, nuestros amigos de Bitch Lit nos lo explican en el artículo Ready Player One: juegos, género e identidad:
En fin, Art3mis es una jugadora fuerte, inteligente y de alto nivel que dirige un blog popular, incluso se define a ella misma como Caótica Neutral, lo que nos recuerda las entradas sobre creación de personajes según su alineación.
No obstante, Art3mis se convierte en una obsesión para Wade (Parzival), no por las características que acabo de nombrar, sino por su físico. El chico se explaya en comentarios lascivos sobre su rostro y cuerpo, seguidos por explicaciones de que le gusta porque es diferente y bla, bla, bla. Con este tipo de narrativa Ernest intenta excusar la objetivación que hace de la mujer en el libro haciendo quedar a su protagonista como un tipazo.
Parzival la sigue en cada cuenta de redes sociales, llegando a guardar todas sus fotos de avatar en su computadora. Incluso lo admite durante su primer chat en línea, diciéndole que "la ha perseguido informaticamente durante años". Agradezco a la traducción, ya que en la versión anglo cambian perseguido por acechado. De todas formas, ninguna de las dos opciones son sanas.
Llega un momento en que Artemis le solicita que no quiere continuar con la relación y le repite que retroceda, pero él se niega a hacerlo. Parzival cree que están saliendo sin que ella se lo indique. El típico hombre que asume tener una relación solo porque la chica le habla y le sigue la corriente:
Cuando no salía con mi nueva seudonovia online, pasaba el rato ganando más puntos para que mi avatar subiera de nivel.
Artemis corta todas las comunicaciones, bloquea sus llamadas, correos electrónicos y solicitudes de chat. Incluso deja de escribir su blog. Hace todo lo que puede para evitar que acceda a ella por completo y, sin embargo, Parzival todavía la acosa con solicitudes y correos electrónicos. Llega un punto en el que viaja hasta su refugio en Oasis y le suelta cintas de casete con canciones y notas, desde el aire, como, en sus propias palabras, si se tratara de bombas de "un enfermo de amor". Si piensas que es exagerada mi crítica sobre este punto, te invito a que hables con alguien que haya sufrido acoso por un admirador incapaz de aceptar un no.
Está solo y aislado. El autor quiere hacernos sentir pena. Él la ama y ella lo ha rechazado. Desde un punto de vista psicológico, este no es un comportamiento romántico, este es el comportamiento de un acosador. No sé por qué me recuerda a Crepúsculo y el enfermizo acoso de Edward, espiando a Bella mientras duerme.
—Lo siento, Zeta —dijo al fin—. Es culpa mía. He consentido que esto se nos escapara de las manos. Tiene que terminar.
—¿A qué te refieres? ¿Qué es lo que tiene que terminar?
—Creo que deberíamos tomarnos un respiro. Dejar de pasar tanto tiempo juntos.
Sentí como si acabara de darme un puñetazo en la garganta.
—¿Estás cortando conmigo?
—No, Zeta —respondió con convicción—. No estoy cortando contigo. Eso sería imposible, porque nosotros no estamos saliendo juntos. —Lo dijo con una acritud nueva, repentina—. ¡Ni siquiera nos conocemos!
Una persona en sus cinco sentidos entiende y acepta el rechazo. Lo que sucede es que aquí no estamos hablando de una persona normal: nuestro querido autor esta romantizando el acoso en línea. Quizás no sea demasiado evidente por no ser una novela romántica y porque los lectores pasamos por alto esta situación al estar a la espera de más referencias culturales.
Casi al final del libro Wade y Samantha (sus nombres reales) se conocen y, oh sorpresa, ella tiene una marca de nacimiento roja que le cubre la mitad del rostro y, al parecer, es la razón por la que ella no desea que se conozcan. Pero no hay problema, nuestro héroe la ama así.
Para cerrar este artículo, Wade salva el día, gana a la chica y Samantha queda en el borde de ser una más del Síndrome de Trinity.
En conclusión, la novela Ready Player One me gustó por su originalidad y porque en algún momento imaginé escribir algo similar, pero peca en su perspectiva.
Aunque Ernest Cline logra sumergirnos en esa nostalgia friki que me encanta, lo hace desde su punto de vista. Es su nostalgia la que leemos (sin mencionar los contras que tiene incluir tantas referencias en una novela) y todo se filtra a través de él. Hache (Helen), Shoto (Akihide), Daito (Toshiro Yoshiaki) y Artemis (Samantha) son personajes minoritarios sin mucho desarrollo creados según los intereses de un escritor: un hombre blanco heterosexual.
Ese es el gran error de Ready Player One.
¿Y tú, te leíste el libro o vista la película? ¿Te gustó? ¿Qué opinas de este artículo y del anterior?
Art3mis es, o parece ser, la única mujer dentro del Oasis, lo que nos hace pensar que quizás estamos frente a un personaje simbólico o que las mujeres ocultan su identidad ante el machismo por medio de avatares masculinos. Estas dos frases nos ayudan a esclarecer la ausencia femenina activa dentro del libro.
...Muchos gunters dudaban incluso de que fuera mujer.
...En opinión de Marie, Oasis era lo mejor que les había ocurrido a las mujeres y a las personas negras.
Para redondear la importancia de la representación femenina en Ready One Player, nuestros amigos de Bitch Lit nos lo explican en el artículo Ready Player One: juegos, género e identidad:
Art3mis es el tipo de personaje femenino que rinde homenaje a las mujeres tanto como jugadoras o mujeres como miembros serios de las comunidades en línea. Cuando Internet y los jugadores se cruzan, las mujeres se borran y su propia existencia en estos espacios es cuestionada. No puedo dejar de pensar en los recientes eventos de acoso en línea hacia las mujeres en el desarrollo de juegos. Mujeres que tienen opiniones y experiencias complejas. Las mujeres que exigen ser escuchadas en vez de verse forzadas a entrar en el reino de los ojos dulces o la absoluta inexistencia.
En fin, Art3mis es una jugadora fuerte, inteligente y de alto nivel que dirige un blog popular, incluso se define a ella misma como Caótica Neutral, lo que nos recuerda las entradas sobre creación de personajes según su alineación.
No obstante, Art3mis se convierte en una obsesión para Wade (Parzival), no por las características que acabo de nombrar, sino por su físico. El chico se explaya en comentarios lascivos sobre su rostro y cuerpo, seguidos por explicaciones de que le gusta porque es diferente y bla, bla, bla. Con este tipo de narrativa Ernest intenta excusar la objetivación que hace de la mujer en el libro haciendo quedar a su protagonista como un tipazo.
Parzival la sigue en cada cuenta de redes sociales, llegando a guardar todas sus fotos de avatar en su computadora. Incluso lo admite durante su primer chat en línea, diciéndole que "la ha perseguido informaticamente durante años". Agradezco a la traducción, ya que en la versión anglo cambian perseguido por acechado. De todas formas, ninguna de las dos opciones son sanas.
Llega un momento en que Artemis le solicita que no quiere continuar con la relación y le repite que retroceda, pero él se niega a hacerlo. Parzival cree que están saliendo sin que ella se lo indique. El típico hombre que asume tener una relación solo porque la chica le habla y le sigue la corriente:
Cuando no salía con mi nueva seudonovia online, pasaba el rato ganando más puntos para que mi avatar subiera de nivel.
Artemis corta todas las comunicaciones, bloquea sus llamadas, correos electrónicos y solicitudes de chat. Incluso deja de escribir su blog. Hace todo lo que puede para evitar que acceda a ella por completo y, sin embargo, Parzival todavía la acosa con solicitudes y correos electrónicos. Llega un punto en el que viaja hasta su refugio en Oasis y le suelta cintas de casete con canciones y notas, desde el aire, como, en sus propias palabras, si se tratara de bombas de "un enfermo de amor". Si piensas que es exagerada mi crítica sobre este punto, te invito a que hables con alguien que haya sufrido acoso por un admirador incapaz de aceptar un no.
Está solo y aislado. El autor quiere hacernos sentir pena. Él la ama y ella lo ha rechazado. Desde un punto de vista psicológico, este no es un comportamiento romántico, este es el comportamiento de un acosador. No sé por qué me recuerda a Crepúsculo y el enfermizo acoso de Edward, espiando a Bella mientras duerme.
—Lo siento, Zeta —dijo al fin—. Es culpa mía. He consentido que esto se nos escapara de las manos. Tiene que terminar.
—¿A qué te refieres? ¿Qué es lo que tiene que terminar?
—Creo que deberíamos tomarnos un respiro. Dejar de pasar tanto tiempo juntos.
Sentí como si acabara de darme un puñetazo en la garganta.
—¿Estás cortando conmigo?
—No, Zeta —respondió con convicción—. No estoy cortando contigo. Eso sería imposible, porque nosotros no estamos saliendo juntos. —Lo dijo con una acritud nueva, repentina—. ¡Ni siquiera nos conocemos!
Una persona en sus cinco sentidos entiende y acepta el rechazo. Lo que sucede es que aquí no estamos hablando de una persona normal: nuestro querido autor esta romantizando el acoso en línea. Quizás no sea demasiado evidente por no ser una novela romántica y porque los lectores pasamos por alto esta situación al estar a la espera de más referencias culturales.
Casi al final del libro Wade y Samantha (sus nombres reales) se conocen y, oh sorpresa, ella tiene una marca de nacimiento roja que le cubre la mitad del rostro y, al parecer, es la razón por la que ella no desea que se conozcan. Pero no hay problema, nuestro héroe la ama así.
Para cerrar este artículo, Wade salva el día, gana a la chica y Samantha queda en el borde de ser una más del Síndrome de Trinity.
En conclusión, la novela Ready Player One me gustó por su originalidad y porque en algún momento imaginé escribir algo similar, pero peca en su perspectiva.
Aunque Ernest Cline logra sumergirnos en esa nostalgia friki que me encanta, lo hace desde su punto de vista. Es su nostalgia la que leemos (sin mencionar los contras que tiene incluir tantas referencias en una novela) y todo se filtra a través de él. Hache (Helen), Shoto (Akihide), Daito (Toshiro Yoshiaki) y Artemis (Samantha) son personajes minoritarios sin mucho desarrollo creados según los intereses de un escritor: un hombre blanco heterosexual.
Ese es el gran error de Ready Player One.
¿Y tú, te leíste el libro o vista la película? ¿Te gustó? ¿Qué opinas de este artículo y del anterior?
No he visto aún la película ni leído el libro, pero me gustaron los dos artículos. ¡Saludos!
ResponderEliminarTe los recomiendo si buscar pasar un buen rato y no te pierdes entre tanta referencia geek. No esperes una obra maestra. Muchas gracias por pasarte, Gissel.
EliminarHola, Piper. Que bueno que ya has vuelto oficialmente (o eso creo yo) a escribir en el blog. Interesante tú entrada, pero me has hecho spoiler de la película XD. En cualquier caso es mi culpa; eso me pasa por no haberla visto aún.
ResponderEliminarEstuve pensando, y ya que creo que te gustan los superheroes, podrías ver una nueva serie del universo televisivo de Dc que se titula"Blackligniht" en donde tengo entendido se habrían de tocar (vamos, que las propagadas lo pintan así) temas como la mafia, marginalidad, y el racismo, todo mezclado con lo único que importa en la vida... un hombre de traje ajustado que arroja rayos con las manos contra otros hombres de nombres raros XD.
Cuídate, que te vaya bien. Ya te respondí mi opinión respecto a tus dos cuentos a través de un correo; espero que te sirva de algo. Saludos a la familia, y que la fuerza Jedi te acompañe XD.
Hola. Ya recibí tus comentarios y me gustaron mucho. Estoy realizando los cambios necesarios. En cuanto a Black Lightning, la he visto. Es interesante. Llevo varios capítulos. Gracias por la recomendación, por la lectura de los relatos y por tu fidelidad al blog. Eres un gran amigo.
EliminarCuídate
Muchas gracias, Piper. Me alegra que mis comentarios te hayan sido útiles; la verdad, los consideraba necesarios.
EliminarQue bueno que veas Black Lightning, en mi país aún no lo han estrenado. En el fondo lo espero para verlo, pero me desilusiona que no sea parte del Arrowverso pero sí del Dcverso (me parece absurda tal decisión, pero bueno).
Cuídate, y gracias por disfrutar de mis recomendaciones. Yo soy el que debería agradecerte por todo lo que has hecho y escrito; posiblemente no estuviera donde estoy ahora de no ser por ti (o al menos, habría menos personajes negros en mi novelas). Cuídate, y sino te es mucha molestia, me gustaría leer los dos cuentos una vez terminados, sino te molesta.
Que te vaya bien, y ojalá ganes algún concurso con las obras que me enviaste :).