Diversidad y representación en la literatura

Una historia achocolatada... ¿Racismo? ¿Dónde?

Llevar la contraria y exponer tu punto de vista es peligroso, más cuando eres una minoría o tu estilo de vida va en contra de las tendencias mundiales. Lo digo por experiencia. Primero fue con Harry Potter, luego con Lovecraft. En ambos casos fui insultado y tratado de ignorante por otros escritores y lectores, que, irónicamente, luchan a diario por la defensa de la libertad de expresión. 



#ColaCaonosinsulta es la etiqueta que me ha obligado a redactar esta entrada y nace de la lucha por la reivindicación del ser humano, por el respeto al prójimo y la no estereotipación de la población negra.


Para el que no lo sepa, aunque lo dudo, desde hace un par de semanas se desató en España la polémica por un comercial de una reconocida empresa, en la que el cabello de un hombre negro se expone como la espuma de una bebida achocolatada. ¿Y esto a qué va?

A que en pleno siglo XXI esta empresa continúa usando la imagen del negro para, de forma supuestamente graciosa, vender sus productos. Sí, de forma descarada apela a la misma técnica que emplearon en años anteriores, ridiculizando a toda una generación que debió crecer rodeada de cánticos, apodos y burlas. Aunque no vivo en España, lo entiendo. Yo también fui objeto de acoso escolar por mi color de piel.

Es imposible no volver a gritar #ColaCaonosinsulta.

Fotograma del anuncio de Cola Cao "Yo soy aquel negrito"
¿En serio la esclavitud es graciosa y rentable?

No puedo hacerme el de la vista gorda, por lo que voy a aportar mi granito de arena de la única forma que sé: con una historia.

Hace un tiempo publiqué una entrada sobre la ucronía, por lo que hoy escenificaré qué pasaría si alguien de aquella empresa decidiera innovar en su estrategia de mercadeo entrando en el mundo editorial. Con seguridad sus publicistas crearían algo ingenioso. Algo llamado Una historia achocolatada.

Con ustedes... 


Una historia achocolatada

¡Nana Virginia! ―gritó Margarita desde la puerta de la hacienda, en una hermosa mañana―. ¿En dónde se habrá metido esta mujer? ¡Negra tenía que ser!

El gigantesco cuerpo de la nana Virginia apareció por una de las múltiples puertas que llevaban a la estancia principal. Con sus senos caídos hasta el ombligo y la pañoleta cubriendo su cabello africano. La nana no tenía hijos, no los necesitaba. Su vida estaba en servir y acompañar a la señora Margarita.

―¿Me llamaba la seño? ―preguntó sonriendo, agradecida por estar bajo sus ordenes―. Estaba preparándole el desayuno al niño Manolo, mi seño.
―No te preocupes, nana. Te buscaba para que me indiques en dónde se encuentra Odiseo. Esta es la hora que no sé de él.
―Ay, mi seño ―agachó la cabeza―, mi Odi se jue tempranito pa'l cacaotal, mi seño.
―Bueno, no necesito que me cuentes tus problemas. Necesito que me reúnas a todo el personal de inmediato.

Una hora después, la nana Virginia y toda la negrada de la hacienda, se encontraba formada enfrente de la entrada principal. Entonaban una hermosa melodía que les enseñara el sacerdote del pueblo, ese que todas las noches les hablaba de Dios y que prometía convertirlos en seres humanos. Junto a la señora Margarita estaba don Jacinto, allegado del difunto patrón.

―La razón por la que los he reunido es para informarles que a partir de la otra semana nuestro cacao será vendido a todo el mundo en forma de bebida. Gracias a su trabajo esta hacienda será reconocida y la señora Margarita podrá sostener sus gastos.

Hubo gritos de júbilo y abrazos. Eran felices, pues todo su esfuerzo sería recompensado con los rostros de satisfacción de cientos de niños que, cada mañana o cuando hiciera frío, beberían una taza de chocolate caliente. Trabajarían el doble pero no importaba, lo harían con una sonrisa en el rostro. Debían ser agradecidos.

Mientras tanto, en lo más profundo de la selva, Odiseo se ponía los pantalones. Había llegado con su arrechera matutina a la choza de Candela, y la mujer, haciendo honor a la sangre en sus venas, le correspondió a la altura.

―No te vaya, Odiseo ―suplicó, desnuda sobre un tapete en el suelo―. Quiero más.
―Pero, mujé ―replicó Odiseo, sudando―. Calmá el apetito. La seño me etá eperando. 

La negra Candela había escapado de sus amos y se ocultaba en medio del cacao, pero cada día se arrepentía de aquella decisión. Recordaba el calor de los galpones en las haciendas y sentía que era una desagradecida. Ahora, allí, en la soledad, pasaba frío y hambre. 

―Dicen que van a vendé e chocolate de la hacienda, negra ―dijo Odiseo―. Y nos van a enseñá a leé. Yo no quiero eso. Yo quiero seguí siendo salvaje. Po eso voy a i donde el negro Cachite. Me dijo que unos blancos van ayudarnos a escapá. Nosotro solos no podemo, negra. No sin la ayua de los señores.
―¿La hija de negro Cachite no jue la que se casó con el dotocito blanco ese?
―Sí, negra. Muy afortunada la negra esa ―respondió Odiseo―. Ella nos va yudá tambié.

Cuando Odiseo llegó a la hacienda lo esperaban para fotografiarlo. Su imagen sería usada a partir de la fecha para vender el producto de la hacienda. Siempre sonriente, siempre feliz, siempre complaciente.


Fin.

¿Cómo te pareció el relato? ¿Cuantos estereotipos y referencias al racismo encontraste? 

¿Será que la empresa de la que hablamos no puede hallar estos toques de burla y discriminación en sus comerciales? ¿Si decide cambiar estaría en contra de su marca? ¿Es tan importante continuar perpetuando el pensamiento de superioridad en la sociedad?

Solo me resta mencionar que, aunque no es sorprendente la reacción de la sociedad ante la queja de los afrodescendientes en España, no creo que los directivos vayan a pronunciarse. La ética, el respeto y el poder no van de la mano.

Fuerza y los apoyo desde Colombia.
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8 comentarios:

  1. Hola Piper, pues yo no me había enterado de esto, la verdad que de normal ni veo la tele ni leo periódicos (sí, debería, pero el poco tiempo que tengo lo dedico a leer y escribir).
    Toda la vida oyendo y cantando "Yo soy aquel negrito..." y nunca me había parado a pensar que podría ofender, pero después de leerte lo entiendo perfectamente. Y lo siento por la parte que me toca.
    ¡Ah! Ignorantes ellos, por la propia definición de la palabra, porque no se puede saber nada mirando hacia otro lado.
    Te admiro por tu lucha constante. Ánimo, y una vez más, gracias.

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    1. Hola, Luna. Una parte de mí no se preocupa por esto. Si suceden estas y otras situaciones peores en Colombia, en donde una gran parte de la población es negra, mestiza y demás, no puedo imaginarme cómo será en España. Y, aunque no creas, todos esos cánticos son bastante humillantes y frustrantes, más para los niños, te lo digo por experiencia.

      No tienes por qué disculparte, chula. La culpa es de estas empresas, que recurren a cualquier estrategia, por baja que sea, para lograr sus ventas. Cuídate

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  2. En cuanto al antiguo comercial de Colacao "Yo soy aquel negrito del Africa tropical..." comprendo que puede resultar ofensivo, pero hay que situarlo en su contexto. Data de una época colonial, en la que la imagen de Africa y sus habitantes que nos vendían a los europeos era precisamente esa, la de los "negritos" que estaban muy felices de la llegada de los colonizadores blancos que les llevaban la "civilización". Una época en que los medios de comunicación no eran ni la sombra de lo que son ahora, por lo que es comprensible que la gente se creiera lo que les decian. Es lamentable, pero no podemos acusar de racistas a los consumidores del producto porque les hiciera gracia la melodía.

    En cuanto al nuevo anuncio, sinceramente, no veo la razón de la polémica. Incluso lo comenté con un vecino guineano y me dijo "Hay gente que tiene mucho tiempo libre y no sabe que hacer con él. Eso es una chorrada". La verdad es que ni él ni yo vemos nada ofensivo en la imagen.

    ¿Estamos equivocados o realmente es que hay gente con la piel muy fina (sea del color que sea)?

    Un saludo.

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    1. Hola, Lorenzo. Tengo una pregunta... ¿El comercial de los negritos y esa canción provienen de la época colonizadora? Y si así fuera, algo que dudo, ¿justificable que una minoría creciera siendo objeto de burla y humillación? ¿Alguna vez fuiste objeto de burla en el colegio? ¿Por la simple razón de que tu piel es de un color de piel diferente de casi el 100% de las personas que te rodean?

      No se trata de la finura de tu piel (El solo dicho es discriminante por sí solo), se trata de la burla y del uso de características del hombre negro para compararlo con comida.

      Es humillante. Se trata de poder. Dime ahora, si tan normal, ¿por qué no veo comerciales que se mofen de la población blanca? ¿O que los comparen con comida? Se resume en sentimiento de superioridad blanca. Tú no puedes entenderlo. A tí no te hacen el feo en la fila del banco, o te para la policía solo por tu color. O has deseado con el alma no ser blanco. No entiendes la sutileza. Es como si nosotros los hombres le dijeramos a las mujeres que exageran con el machismo. O los hetero decirle a alguien LGTB que ve rechazo en cada esquina.

      Lo digo con respeto. Estás hablando desde una posición de comodidad, que vives desde que naciste.

      ¿No puede la marca cambiar de estrategia? ¿Es tan complicado? ¿Le afecta al resto de la población blanca que un reducido grupo de ciudadanos con derechos exija dignidad como cualquier otro?

      En cuanto a tu amigo, es comprensible. Yo también me he hecho el de la vista gorda ante bromas y comentarios racistas. Es más fácil de soportar si haces como que no te importa y terminas aceptándolo para evitar que quienes hacen las bromas y comentarios no se ofendan (anda que se ofenden si les dices que te sientes incómodo).

      Perdona si me he extendido demasiado, pero que llamen delicada o exagerada una lucha social es frustrante.

      Estoy seguro que lo mismo pensaron quienes se opusieron a que los negros entraran a la universidad o se sentaran en cualquier silla del autobús.

      Cuídate, amigo

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  3. Temo que has malentendido mi mensaje, o yo no me he explicado bien.

    Claro que me doy cuenta que la canción del Colacao es ofensiva y puede clasificarse de racista. Yo solo pretendía situarla en su contexto. No la excuso, pero si excuso a la gente que, en su momento, la aceptó, a la cultura del momento. No creo que hoy en día ningún creativo comercial hiciese algo como eso.

    Es como lo que le pasó a Hergé con su segundo álbum de Tintín (Tintín en el Congo), donde se nos presenta un visión muy colonialista de África. Hergé nunca dejó de excusarse por ese álbum y siempre alegó que “Así nos habían enseñado que era África”. Después corrigió y siempre se documentó sobre las diferentes culturas que visitaba su personaje, tratándolas con respeto. Su siguiente álbum “El loto azul”, rompe con todos los estereotipos europeos sobre China y sus habitantes. Sin embargo aún hoy se le sigue tachando de racista. Curiosamente, a día de hoy, “Tintín en el Congo” sigue siendo un best-seller en la república congoleña.

    En cuanto al nuevo anuncio, es poco afortunado, desacertado, pero sinceramente, no veo mensaje racista en el mismo. ¿Podían haberse ahorrado al señor negro saliendo del vaso de cacao?, cierto, ¿deberían retirar el anuncio?, sin duda, pero de ahí a acusar a la marca de racista va un mundo.

    Recuerdo un anuncio de una conocida marca de helados donde promocionaba una variante de uno de sus helados de chocolate hecho con chocolate blanco. En el anuncio se veían dos chicas guapísimas comiendo helado. Una de ellas era de raza negra y comía el helado original de chocolate negro, la otra era una rubia de piel lechosa, la típica sueca, comiendo la variante de chocolate blanco. La imagen daba a entender que ambos productos estaban igual de ricos. ¿Era ese anuncio ofensivo para la chica negra, por hacerla comer el chocolate negro? Si es así, ¿no debería ser igualmente ofensivo para la nórdica por hacerle comer el chocolate blanco? ¿Sería igualmente ofensivo si se hubieran intercambiado los helados?

    Estoy en contra el racismo. Siempre me tendrás a tu lado en ese tema. Pero, por favor, pensémoslo dos veces antes de levantar un dedo acusador.

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    1. Hola, no. No te preocupes, lo que menos quiero es enemistarme con alguien tan cercano a mi blog. Estamos solo exponiendo puntos de vista y me gusta.

      Sin embargo, continúo en desacuerdo jejeje. Lo de Tintín como best-seller en Congo tengo que verlo, amigo. No creo que después de tantas solicitudes por retirarlo de las librerías y el mercado, sea uno de los más vendidos en esa república.

      Como te digo, tú no lo ves ofensivo porque no estás en nuestra piel, Lorenzo. No puedes juzgar qué es racismo y qué no. Es como si yo dijera qué es machismo, como hombre que no recibo señales o vivo situaciones de discriminación por mi género. Hoy en día machismo no es pegarle a la esposa o dominarla. Machismo es que la junta de una empresa sea meramente de mujeres. Que una mujer no pueda sentarse sola en la barra del bar sin que sea considerada que anda buscando pareja. Son cosas sutiles.

      Lo mismo sucede con el racismo y con la mayoría de minorías; además, siempre he dicho, racismo ya no puede ser definido como la agresión directa o abierta hacia otra persona por su color de piel, no. No esperes que la empresa de la que hablamos salga con comerciales denigrantes o insultantes. Racismo son las situaciones o actitudes de superioridad. ¿No te has puesto a pensar que si tantas personas se sienten molestas es por una razón y merecen ser escuchadas?

      Nuestra piel, rasgos y características no nos definen ante la sociedad y no puede usarse como disfraz de carnaval o de comercial. Es decir abiertamente que te importa un carajo lo que la persona negra sienta al verse usada para diversión.

      Que sean creativos, ya saquen del repertorio a la población negra y dejen de estar relacionándonos con chocolate.

      Gracias por darle vida a esta entrada. Es bueno conocer distantes opiniones. Ya me estaba preocupando de ver que estaban de acuerdo con mis palabras.

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  4. Meramente de hombres, perdón. Había escrito que machismo era que la junta de una empresa sea meramente de mujeres. Ops

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  5. Enemistarnos nunca, debatir si. Me encanta tu blog y no me gustaría que hubiese malos rollos entre nosotros.

    En cuanto a Tintín en el congo, todas las peticiones de retirarlo han venido de Europa. ¿Curioso, no?

    Un abrazo.

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