Esta entrada es un proceso catártico que tenía pendiente desde hace algún tiempo y que se hallaba, no sé por qué, en el gigantesco mar de borradores de Antro Narrativo. Hoy hablaré de mi primera experiencia contratando el servicio de corrección gramatical, ortográfica y de estilo. No es un recuerdo grato, pero este tropiezo desencadenó en una serie de investigaciones y conclusiones que espero sea de su utilidad.
Así nos ven algunos |
El fruto de aquella urgencia febril es La Triada, La Casa de los Psíquicos, una pequeña obra de aficionado, de la cual estoy más que orgulloso y que incluso imprimí por medio de la plataforma Bubok para mi propio deleite.
Da gusto encontrarse con tu libro en la biblioteca de la casa ¿Qué si alguien lo ha leído? |
En Colombia, o al menos en mi región, no es muy conocido o popular el oficio del corrector gramatical y de estilo (Aunque hoy en día gracias a Dios ya cuento con mi asesor de cabecera), por lo que dejé todo en manos de la Internet.
Hallar una empresa que cumpliese con los parámetros de bueno, bonito y barato no fue difícil y Hera Ediciones se convirtió en la primera opción. En ese momento cometí el primer pecado del escritor: me dejé llevar por el deseo de ver publicada mi novela más que por el buen juicio y la razón.
Como dice el cliché, recuerdo como si fuera ayer que cobraban 1,20 euros por página. Eran 128 páginas (Sí, una obra pequeña ¿Qué esperaban?), más añadidos... 212 euros, para un aproximado, en su momento, de $484.000 pesos colombianos. Si mi esposa se enterara.
Haz caso a este bonito volante que te entregan en las oficinas |
A continuación envié la obra en formato Word, el soporte del registro de propiedad, el currículo del autor y la sinopsis, con la esperanza de quien tiene la certeza de que va a alcanzar el éxito con sentarse a esperar. Menudo capullo.
A partir de ese momento empezó mi martirio. El tiempo pasó burlón y el tétrico silencio por parte de la editorial me obligó a escribirles solicitando información. Tiempo después recibí alentadores mensajes de cajón:
Hemos consultado su dossier y el trabajo avanza según lo esperado, no existen retrasos que nos hagan poder pensar que no podamos entregar su informe en plazo.
Supongo que conocen a la perfección la idiosincrasia de los escritores, porque esas escuetas respuestas fueron más que suficientes para satisfacer por un tiempo mi curiosidad.
Y los días fueron transcurriendo... el plazo de entrega, como era de esperarse, no se cumplió. El desespero fue apoderándose de mi incauta alma.
Una tarde cualquiera, entre el invierno y el verano, respondieron explicando que el texto se hallaba en manos del equipo de lectura. ¡Dos lectores elaborarían un informe de mi novela! ¡Vaya susto, creí que me estaban estafando! ¡Y dos lectores! ¡Nobel... ahí voy!
Cuando ya lo daba todo por perdido y tras un añito y ocho mesecitos de eterno viacrucis, llegó a mi bandeja de entrada el epítome de mi fracaso: un informe de lectura y mi obra en Word con unas treinta palabras resaltadas en amarillo. ¡La obra de un escritor extremadamente novato con tan solo 30 palabras resaltadas! ¡Tras casi dos años de exhaustivo análisis y el trabajo de todo un equipo de lectura! ¡Y todas las palabras resaltadas correspondían a la errónea ubicación de mayúsculas donde no debía! ¡Eso no es una corrección de estilo, gramática ni de ortografía! ¡Devuélvanme mi dinero!
¿Qué quieres decir, experto corrector ortográfico? ¿Que debo hacer el trabajo por el cuál pagué? ¿Cambio las mayúsculas por minúsculas y mi obra está lista para participar por el Premio Alfaguara de Novela? Por si acaso, estoy siendo sarcástico... ¿Qué del estilo y la gramática?... ¿Y la ortografía?
Posteriormente me llega otro correo en el que explican que el primer texto fue un error y que este nuevo iba revisado por la mismísima directora. Y si esta directora era tan capaz como el director de Hogwarts, podía respirar tranquilo.
En este documento tan solo resaltaron algunos nuevos errores como el espacio entre palabras y la falta de signos, pero la gramática, el estilo y la ortografía quedaron en veremos. Como decimos en Colombia... Esa platica se perdió.
Hoy en día, hallarme con el libro en la biblioteca de mi casa me recuerda lo precavidos que debemos ser los escritores al momento de buscar una editorial o de recibir propuestas que a primera vista pueden parecer jugosas. Entiendo que anhelamos ver a nuestro bebé crecer y convertirse en un adulto próspero y exitoso (Estoy hablando de los libros, no lo tomen literal), pero debemos ser conscientes de que escribir es tan solo el primer paso, y aunque no lo crean, quizás el más sencillo de todos. Lograr que nos publiquen y ser reconocidos en el medio es difícil, pero no quiere decir que nos dejemos llevar por el primero que toque a nuestra puerta o nos envíe un correo.
Debemos investigar muy bien sobre estas agencias y editoriales. Hay páginas y blogs que pueden asesorarnos en esos escabrosos temas, habla con otros escritores, participa de foros en Facebook o en la plataforma que desees. Lo importante es no quedarnos quietos ni permitir que sigamos mordiendo esos anzuelos. Despertemos, escritores. No demostremos el hambre...
Y para soportar esta entrada, adjunto un vídeo muy interesante que encontré cuando me estaba documentando. Véanlo completo, es muy llamativo. El amigo venezolano tuvo un encuentro cercano del octavo tipo con Hera Ediciones.
Y para terminar, aclaro dos cosas.
La primera. No digo que no pasemos nuestros textos por un corrector ortográfico, gramatical y de estilo. Es un paso necesario en todo libro y quien diga lo contrario peca por confiado. Puede que para algunos, como yo en ese momento, les parezca costoso, pero es una inversión más que efectiva. Se los aseguro. Lo importante es saber elegir quién se va a hacer cargo de ese trabajo.
Segundo. En ningún momento he dicho que Hera Ediciones me haya estafado. No, yo mismo me estafé por creer que todo lo que brilla es oro. Esa es la ingenuidad del escritor, de la que todos alguna vez hemos sufrido y para la que no existe medicina tradicional.
ACTUALIZADO. Me he tomado el atrevimiento de incluir el vídeo de Esther de El Lado Oscuro, blog que recomiendo y al que todo escritor debe estar suscrito, y aunque Hera Ediciones no es una editorial pirata, creo puede ampliar mucho más el tema sobre la ingenuidad del escritor.
ACTUALIZADO. Me he tomado el atrevimiento de incluir el vídeo de Esther de El Lado Oscuro, blog que recomiendo y al que todo escritor debe estar suscrito, y aunque Hera Ediciones no es una editorial pirata, creo puede ampliar mucho más el tema sobre la ingenuidad del escritor.
"En mi país existe un dicho popular: Pagar el noviciado, y en este caso se ajusta perfectamente a lo que te sucedió, pero lo bueno es que lo has compartido con nosotros y eso te lo agradecemos, pues como dices este es un mundo complicado y difícil y para salir adelante hay que luchar y ser constante" Tito Fabio.
ResponderEliminarHola mi buen amigo, como siempre, es un gusto tenerte por aquí. Como bien dices, pagué mi noviciado, pero lo bueno es que de esas experiencias se aprende mucho. Espero les haya servido.
EliminarDIOS SANTISIMO!!! No sabia que existiera algo así! Piper agradezco tus sabios consejos y te deseo lo mejor. Suena superficial pero son sinceros mis deseos. "Y fue así como de un arbusto surgió un fisgón mirando con aquellos ojos a Piper, ¿Que pasaba en su mente? ¿Quizás había visto de más? Pobre Piper, había sido vigilado por más de un año, escudriñado era la palabra más adecuada. Quizás ese fisgón de poca monta lo sabría... si... ¡quizás él lo sabia!" Hahahahaha no no no. Hablando seriamente tus consejos son muy bien recibidos y gracias por advertirnos a algunos noveles como yo para no caer en esa trampa "Oh maldición, ahora los Dioses tramaran una venganza mayor por su secreto ha sido descubierto" Lo siento por escribir leí tu comentario en un momento de inspiración y euforia literaria.
ResponderEliminarOh ARN Curblak... me he reído un resto con tu comentario. Muy acertado, conciso e inspirado. Agradezco tu apoyo.
EliminarHola:
ResponderEliminarUna cosa antes:
¡¡¡NO ES POSIBLE, EN SERIO!!!
Bueno, admito que no es la única, incluso puedo decir que hay peores.
Cuando comencé a escribir, navegando en Google me encontré con un anuncio de auto publicación, le di clic y leí sus promociones y todo, yo solo pedía informes para estar más al tanto del tema. El punto es que cuando me contactaron comenzó la pesadilla, me llamaban a mi celular me mandaban correos diciendo que cuando tenía la novela lista, en ese entonces tenía tenía la mitad de la novela, para resumir, me presionaban para terminarla, pero yo no podía ya que estudiaba y poco después, mi pc tuvo problemas y perdí toda la información y mi novela ahí (lo cual, admito que me ayudo a corregir mucho tras reescribirla).
Bueno creo que eso no es lo único malo, me llamaban hasta el cansancio y pues no tenía que novela darles. Y yo creo que lo de mi pc fue un augurio porque para esta editorial no era necesario el registro de autor, que ellos lo hacían por ti... no me gusto eso en serio.
Hace un par de meses me dio curiosidad esta editorial, investigue en foros y así y encontré a autores que nunca les pagaron regalías, y otro chico que cada vez que imprimían copias el tenía que pagar, si no lo hacía no lo imprimían...
Jajajajaja. Cinthya, ¿en serio te sucedió eso con la novela? En cuanto a la editorial, hasta el día de hoy no he tenido problemas con estos, pero en la red abundan las editoriales pirata, por lo que es bueno ir empapándote de la información, reconociéndolas y siendo precavidos.
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